Este artículo apareció por primera vez en El quint El 21 de diciembre de 2022
Los últimos tres años han sido testigos del surgimiento de un nuevo patrón en la relación India-China. Con la escalada de las tensiones a lo largo de la frontera en disputa, Nueva Delhi ha optado cada vez más por responder con acciones en el ámbito económico.
Por ejemplo, incluso antes de que comenzara el enfrentamiento en el este de Ladakh en abril de 2020, el gobierno indio hizo obligatoria la aprobación previa para las inversiones de los países que comparten fronteras terrestres con India. Tras el enfrentamiento del Valle de Galwan, se tomaron decisiones para prohibir las aplicaciones chinas por motivos de seguridad nacional y excluir a los proveedores chinos del ecosistema 5G de la India, y también ha habido una intensificación de las investigaciones sobre empresas chinas.