(La columna apareció por primera vez en El telégrafo el 29 de noviembre de 2021)
- El éxito de la CoP26 en Glasgow es difícil de determinar. Hubo algunos momentos positivos: promesas de objetivos netos cero por parte de países, incluida India, el acuerdo entre EE. UU. y China sobre recortes de emisiones y la declaración de eliminación gradual de la producción de petróleo y gas. Pero la conferencia no generó la evolución de una gobernanza climática fuerte. Garrett Hardin, un ecologista estadounidense, argumentó en su artículo de 1968 en Science que si todos explotáramos los recursos naturales para maximizar nuestras ganancias, eso llevaría a un final trágico de los recursos comunes del mundo. Hardin opinó que la humanidad podría salvarse a sí misma a través de la coerción o la restricción mutua. Una de las mayores críticas de Hardin, Elinor Ostrom, quien recibió el Premio Nobel de Economía en 2009, también sugirió restricciones vinculantes acordadas mutuamente para salvar la naturaleza. Es necesario desarrollar instituciones para establecer estas restricciones vinculantes...
