La escritura en la pared es clara. Afganistán ha sido abandonado no solo por las potencias mundiales que prometieron no volver a hacerlo, sino también por el Ejército Nacional Afgano que simplemente se ha desintegrado.

Afganistán es un país duro e India se ha centrado más en el poder blando: Sushant Sareen

(Sushant Sareen es Senior Fellow en Observer Research Foundation. Este columna apareció en The Print el 18 de agosto de 2021)

  • La escritura en la pared es clara. Afganistán ha sido abandonado no solo por las potencias mundiales que prometieron no volver a hacerlo nunca más, sino también por el Ejército Nacional Afgano que simplemente se ha desintegrado sin siquiera dar una pelea real. De manera tradicional, los líderes de las provincias cerraron sus tratos paralelos, compraron sus pólizas de seguro, fueron sobornados o convencidos, y abrieron las puertas de las ciudades y guarniciones para que la milicia talibán respaldada por Pakistán tomara el control. Ahora es cuestión de días antes de que Kabul caiga en manos de los talibanes. Por la forma en que van las cosas, es probable uno de dos resultados: primero, el rumor es que los estadounidenses se están apoyando en el presidente Ashraf Ghani para que renuncie y se vaya. Un gobierno interino, probablemente liderado por los talibanes, se hará cargo y arrojará algunas migajas a las personas asociadas con el antiguo régimen para mantener viva la ficción de compartir el poder. Tal vez haya algún acuerdo para dar un paso seguro a algunos de los actuales titulares y garantizar que no haya una masacre a gran escala de soldados o civiles. Debido a que los talibanes no habrían capturado Kabul por la fuerza sino a través de un 'acuerdo negociado', abrirá las puertas al reconocimiento internacional. Los chinos probablemente serán los primeros en reconocer el régimen talibán, seguidos por los paquistaníes. Los rusos, los asiáticos centrales y quizás Irán seguirán su ejemplo...

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