Copenhague, Dinamarca, código postal: 2300
Me mudé a Copenhague, Dinamarca, desde Chhattisgarh para trabajar en un hospital. Algunos de mis conocidos ya trabajaban aquí y encontraban la vida buena, si no excelente. Siguiendo sus experiencias y orientación, decidí mudarme también.
Vivo en un alojamiento compartido con compañeros que son amigos desde mis días en la India, además de algunos daneses. Disponemos de habitaciones separadas pero compartimos zonas comunes como el salón y la cocina.Vivir con daneses me ha dado la oportunidad de desarrollar un conocimiento práctico de su idioma, el danés y su cultura durante los últimos cuatro años.
El ciclismo es común en Copenhague
Copenhague es conocido como el país más amigable con las bicicletas del mundo, por lo que es común ver gente en bicicleta bajo la lluvia y la nieve. Con kilómetros de pistas para bicicletas y puentes, disfruto andar en bicicleta por el lugar en mis días libres.
A menudo visitamos los mercadillos, un concepto popular aquí, donde puedo encontrar artículos sencillos a precios mucho más baratos. También visitamos con frecuencia Copenhagen Shopping Street, una calle peatonal situada en el corazón de la principal zona comercial de la ciudad. Aquí encontramos todo lo que necesitamos en opciones económicas en pequeñas tiendas independientes. Algunas de las marcas más prestigiosas del mundo también están disponibles en esta área para las personas que se lo pueden permitir. La calle principal y sus numerosas calles laterales están repletas de tiendas, cafeterías y restaurantes para todos los gustos.
Mostrador de billetes de casas flotantes en Copenhague
A veces, cuando hace buen tiempo, realizamos recorridos por los canales, una excelente manera de ver lugares emblemáticos de Copenhague en casas flotantes. El paseo por encantadores edificios antiguos como la Ópera y la biblioteca The Black Diamond es una belleza digno de contemplar.
El castillo de Rosenborg, un castillo de 400 años de antigüedad situado en el centro de Copenhague, es otro lugar favorito. Además de admirar el hermoso monumento desde el exterior y disfrutar del parque del palacio real, hay mucho que ver dentro del castillo. Visitarlo hace que sea un día bien aprovechado.
Castillo de Rosenborg
En mis cuatro años aquí, he visitado el castillo tres veces y anhelo volver a visitarlo pronto si tengo un fin de semana largo.
Como vegetariano, no salgo a comer mucho y prefiero la comida que cocinamos en nuestra cocina, pero me encantan los postres daneses.
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