(Abril 13, 2025) Con un gorro de mono y un suéter hecho a mano por su madre, la emprendedora Shally Palivela recuerda sentirse lejos de todo lo familiar en su primer vuelo a Estados Unidos en 2004 para cursar estudios en la Universidad de Syracuse. Cuando la azafata le pidió que mirara hacia afuera, vio la Estatua de la Libertad erguida, con su antorcha brillando contra el cielo oscuro. En ese momento, sintió como si la estatua le extendiera la mano, como si le dijera: «Bienvenida. Lo lograste».

Shally Palivela
La trayectoria de esta mujer de 40 años, desde las calles del sur de Delhi hasta convertirse en una influyente emprendedora, es inspiradora. Desde el lanzamiento de un negocio de comida étnica india en Wisconsin, que rápidamente se posicionó entre los cinco mejores restaurantes del estado y le valió un lugar en la lista de los 30 mejores menores de 40 años de la revista Madison Wisconsin Women Business, hasta la fundación de Avaidens, una marca de joyería con conciencia ambiental, su trayectoria demuestra que el trabajo duro, la perseverancia y el compromiso realmente dan sus frutos. Además, es cofundadora de Divas Squad, una iniciativa diseñada para empoderar y apoyar a las mujeres emprendedoras. "Vi lo difícil que era para las mujeres emprendedoras en la India. Sentía que nada había cambiado desde que me fui, y quería marcar la diferencia", cuenta. India global.
Los inicios en el sur de Delhi: superando las barreras de género con valores familiares
La infancia de Shally en RK Puram, al sur de Delhi, fue todo menos ordinaria. Nacida en una familia humilde de clase trabajadora, el trabajo de sus padres en los servicios públicos le brindó estabilidad; sin embargo, fueron su empuje y sus valores los que moldearon su perspectiva de la vida. El compromiso de su padre con la justicia social, en particular su labor por el progreso de su comunidad de casta baja en Uttar Pradesh, influyó profundamente en Shally.
Al reflexionar sobre esto, Shally recuerda: «De pequeña, mi casa siempre estaba llena de gente, personas que buscaban trabajo y visitantes, y esto me enseñó la importancia de forjar vínculos y el poder de retribuir». Pero no fue solo la influencia de su padre lo que la moldeó. Su madre, la única con educación entre sus siete hermanas, se aseguró de que Shally tuviera las mismas oportunidades que un niño. En una época en la que muchas mujeres estaban limitadas por las normas sociales, su madre la animó a dedicarse al deporte, las artes y a una educación plena. Recuerda: «Nunca se presionó para ser la mejor estudiante. Su lema era simple: sigue tu pasión, explóralo todo y sé fiel a ti misma».
Fue este apoyo incondicional de su madre lo que llevó a Shally a destacar en múltiples campos desde niña. Desde ganar una medalla de plata en natación hasta quedar tercera en una competencia artística asiática, Shally demostró aptitud tanto para el mundo académico como para las artes creativas. Sin embargo, a pesar de estos logros, hubo sombras de violencia doméstica y opresión de género que a menudo nublaron su infancia. Sin embargo, las palabras de su madre resonaban en su mente: «Si no quieres que nadie te corte las alas, debes volar lo suficientemente alto como para que nadie pueda atraparte». Estas palabras se convirtieron en la fuerza impulsora del deseo de Shally de superar los desafíos y hacerse un nombre, especialmente en un mundo donde la libertad de las mujeres estaba limitada.
De Siracusa al sueño americano
Mientras Shally buscaba una vida más allá de las dificultades familiares, el sueño de estudiar en Estados Unidos se convirtió en una fuente de esperanza. Sin embargo, el camino para lograrlo estuvo plagado de obstáculos. Su padre, convencido de que un futuro seguro residía en carreras más tradicionales y favorables para las mujeres, se negó a apoyar sus ambiciones de estudiar en el extranjero. En cambio, intentó impulsarla hacia la enfermería, considerándola una opción económicamente segura y estable. Aun así, la determinación de Shally era inquebrantable.
Una beca del 75% para la Universidad de Syracuse fue un punto de inflexión. Sin embargo, obtener la aprobación de la visa necesaria fue otro obstáculo. Sin el apoyo financiero de su padre, parecía imposible dar el siguiente paso. "No tenía nada que mostrarle al oficial de visas", admite, "pero de alguna manera, el destino me ayudó". Su entrevista con el oficial de visas, Henry, sigue siendo un punto de inflexión: "Bienvenida a Estados Unidos. Le devolveremos su pasaporte con su visa en 5 días", le había dicho, dándole luz verde para embarcarse en el siguiente capítulo de su vida.
La transición a la vida en Estados Unidos fue un desafío, pero se sentía como un refugio. Trabajaba como niñera a tiempo parcial, compaginando sus estudios con las realidades de un estilo de vida diferente. «Viviendo en un barrio exclusivo de Siracusa, experimenté cómo vivía mi pareja. Fue enriquecedor, un mundo completamente diferente que me enseñó el valor de las redes y los contactos», reflexiona Shally.
Su experiencia en la Universidad de Syracuse, rodeada de estudiantes de todo el mundo, la ayudó a desarrollar una profunda comprensión de los matices de los negocios, las redes de contactos y el éxito. Para cuando consiguió un trabajo en TI de 90,000 dólares anuales, Shally ya había vivido el sueño americano, pero aún tenía sed de más.
De la ingeniería a los diamantes cultivados en laboratorio: el viaje de Shally hacia la joyería sostenible
La trayectoria profesional de Shally dio un giro inesperado pero emocionante al pasar de Ingeniería Aeronáutica al diseño de joyas. "No fue una decisión repentina. Fue un proceso, un viaje para descubrir dónde residía mi verdadera pasión", afirma Shally. Su experiencia en informática y la industria alimentaria agudizó su perspicacia empresarial, pero fue durante su maternidad que la emprendedora redescubrió su pasión por la creatividad. Lo que comenzó como una afición por el diseño de joyas pronto se convirtió en una carrera profesional de pleno derecho.
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Ella explica: «Mi formación técnica en ingeniería influyó significativamente en mi enfoque del diseño de joyas. La precisión y la atención al detalle que aprendí en ingeniería aeronáutica se tradujeron a la perfección en la creación de joyería fina». Su mentalidad ingenieril le permitió combinar la creatividad con la meticulosa artesanía, garantizando que cada pieza que creaba fuera hermosa y estructuralmente sólida.
En 2023, Shally fundó Avaiden Exports, una marca de joyería de lujo conocida por su abastecimiento ético y prácticas sostenibles. El nombre está inspirado en sus hijos, Ava y Aiden, quienes son su mayor motivación. Esta iniciativa tenía como objetivo tanto diseñar joyas como crear un legado para sus hijos, contribuyendo a un futuro sostenible. "Quería crear algo que no solo reflejara mi pasión por el diseño, sino que también honrara mi compromiso con la sostenibilidad", comparte.
Su empresa se centra en materiales de origen ético, incluyendo diamantes cultivados en laboratorio en un laboratorio indio alimentado con energía solar, y utiliza prácticas de producción ecológicas. «Priorizamos la reducción de nuestra huella de carbono en cada etapa del proceso», explica la diseñadora. «Incluso nuestros embalajes se fabrican con papel reciclado, lo que garantiza que todo lo que hacemos se alinea con nuestros valores de sostenibilidad y responsabilidad ética».
Divas Squad: Empoderando a las mujeres emprendedoras para el cambio global
Pero el trabajo de Shally no se limita al diseño de joyas. En 2023, lanzó Escuadrón de divas, una iniciativa de empoderamiento de las mujeres que busca apoyar y elevar a las mujeres emprendedoras.
Divas Squad, parte de la Fundación AvaidenOfrece programas de mentoría, networking y desarrollo de habilidades para mujeres. A Shally le apasiona crear una comunidad donde las mujeres puedan empoderarse mutuamente para alcanzar el éxito. "Creemos que cuando las mujeres se apoyan mutuamente, pueden superar barreras y alcanzar la grandeza juntas", enfatiza.
La iniciativa no es solo una plataforma, sino un movimiento que se espera crezca globalmente. La creadora de cambios planea expandir Divas Squad a varias ciudades, convirtiéndolo eventualmente en una red mundial de mujeres empoderadas. "El objetivo es generar un efecto dominó, donde las mujeres de todo el mundo se sientan conectadas, apoyadas y preparadas para alcanzar sus sueños", comparte.
Combinando raíces culturales con ambición global
Con su esposo trabajando en el ejército estadounidense, Shally se encuentra actualmente en la India con una visa de cinco años para sumergir a sus hijos en la cultura y la espiritualidad hindú. Apasionada por los viajes, ha explorado Europa y la India, visitando Jyotirlingas, Shaktipeeths e incluso el Mahakumbh en 2025. «La aventura está ahí fuera», cree, buscando constantemente nuevas experiencias para ella y su familia.
De cara al futuro, busca empoderar a mujeres emprendedoras a través de Diva Squad y expandir Avaiden a nivel mundial. En la próxima década, prevé que ambas iniciativas prosperen con un enfoque en la sostenibilidad y el empoderamiento: «Los desafíos de la vida nos moldean, y nuestras decisiones nos convierten en las heroínas de nuestra propia historia».
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