(Enero 11, 2025) En París, la ciudad de las luces y el arte, la música y la danza clásicas indias han encontrado un nuevo hogar sorprendente. Gracias a Bhavana Pradyumna, una música y bailarina carnática de Bengaluru, estas antiguas tradiciones no solo sobreviven, sino que prosperan. Como fundadora del Conservatorio Indio de París (ICParis), Bhavana hizo historia al introducir las artes clásicas indias en el plan de estudios de un conservatorio francés por primera vez. Hoy, es más que una artista: es un puente cultural que conecta el rico patrimonio de la India con el corazón artístico de Francia.
El Conservatorio Indio formó parte de la Fan Zone de los Juegos Olímpicos de París, donde presentó a más de 180 artistas y 250 expresiones artísticas. “Esta iniciativa ha obtenido un reconocimiento generalizado, mostrando la riqueza de las artes clásicas indias a una audiencia global. Además, nos sentimos profundamente honrados de recibir una carta de felicitación del Primer Ministro Narendra Modi por nuestras contribuciones a la representación cultural en los Juegos Olímpicos. Esto fue posible gracias al apoyo del Ayuntamiento de París 16e, la vicealcaldesa Samia Badat-Karam y el alcalde Jeremy Redler. India fue honrada durante los Juegos Olímpicos, que fue recibida por el entonces Embajador de India en Francia, Su Excelencia Jawed Asharf. Este reconocimiento ha sido un testimonio de la dedicación y el arduo trabajo de todos los involucrados, y estamos inmensamente orgullosos de este logro”, dice Bhavana, quien ha organizado más de 40 eventos con el apoyo de la Embajada de India y la Delegación Permanente de India en la UNESCO. Desde el Thyagaraja Aradhana de París hasta el Nritya Naada, su trabajo ha convertido a París en un centro para las artes clásicas indias. Para Bhavana, se trata de algo más que actuaciones: se trata de compartir la belleza de las tradiciones de la India con el mundo.

Bhavana Pradyumna
Creciendo en un mundo de música y danza
El amor de Bhavana por la música y la danza comenzó a temprana edad en su ciudad natal de Bengaluru, donde estaba rodeada de una familia con un gran arraigo al arte. Su primera gurú fue su madre, Vidushi Padmamalini Raghunandan, quien alimentó su talento a pesar de las dificultades económicas. “Tuve una infancia muy rica en cultura. Mi familia me animó a sumergirme en las artes”, recuerda.
A los 12 años, Bhavana ya ofrecía conciertos de música carnática y se convirtió en una voz conocida en All India Radio. “En un momento dado, le dije a mi madre que solo cantaría si me enviaba a clases de baile”, se ríe. “Pero con el tiempo, la música se convirtió en mi vida… de hecho, es mi vida”.
Su dedicación no pasó desapercibida. Recibió becas, incluida una de la Sangeet Natak Akademi a la edad de 13 años, e incluso participó en un evento de récord mundial Guinness para el coro más grande. Más tarde obtuvo una maestría en música carnática de la Universidad de Madrás, lo que consolidó su lugar como una estrella en ascenso en las artes clásicas indias.
De la India a Francia: un viaje de determinación
El talento de Bhavana la llevó primero a Estados Unidos, donde trabajó como artista afiliada a la Universidad Emory en Atlanta. Allí encontró un público entusiasta dentro de la diáspora india bien establecida. Pero la historia cambió cuando se mudó a Francia en 2015. A diferencia de Estados Unidos, donde las comunidades indias estaban profundamente arraigadas, Francia presentaba nuevos desafíos.
“Cuando nos mudamos a Francia, no había redes ni referencias”, explica. “Incluso la comunicación para eventos culturales se limitaba a correos electrónicos y folletos. Tuve que empezar desde cero”.
Decidida a hacer accesibles las artes indias, Bhavana comenzó con un proyecto pequeño: creó una página de Facebook para promocionar eventos y crear vínculos. Lenta pero firmemente, sus esfuerzos dieron frutos. El punto de inflexión llegó cuando ella y su esposo, Pradyumna Kandadai, cofundaron el Conservatorio Carnático de París (CCParis). Por primera vez en Europa, las artes clásicas indias como la veena, el konnakkol y la danza Odissi pasaron a formar parte del plan de estudios de un conservatorio, con diplomas acreditados por el gobierno francés.
Llevando las artes indias al mundo
A través de ICParis, Bhavana Pradyumna ha dado a conocer la música y la danza clásicas indias a públicos mucho más allá de la comunidad india. Eventos como Nritya Naada, donde la música carnática en vivo acompaña a la danza clásica, han dejado al público fascinado. “La música trasciende los idiomas”, dice, recordando cómo sus actuaciones han tenido eco incluso en países donde el inglés no es un idioma muy hablado.
Sus alumnos proceden de todos los ámbitos sociales: franceses, hispanos, taiwaneses, australianos y, por supuesto, indios. “Me sorprende su dedicación. Pasan muchísimo tiempo perfeccionando la pronunciación, el ritmo y los gamakams (ornamentación)”, afirma.
El trabajo de Bhavana no se limita a las actuaciones. Su serie de libros, Children's Carnatic, hace que la música india sea accesible a los jóvenes estudiantes de todo el mundo, con ediciones en inglés, francés, español y otros idiomas de la India. “Si queremos que nuestra rica cultura crezca, tenemos que inspirar a los niños”, afirma. India global explica.
Un salvavidas cultural para la diáspora india
Para la comunidad india en Francia, el trabajo de Bhavana ha sido una fuente de orgullo y conexión. Con aproximadamente 120,000 indios en el país, incluidos profesionales, estudiantes y empresarios, existe una creciente necesidad de vínculos culturales. Las iniciativas de Bhavana brindan una plataforma para que las familias indias se reconecten con su herencia y la compartan con sus vecinos franceses.
“A los parisinos les encanta la cultura india, especialmente la música y la danza en su forma más pura”, afirma. Sus eventos, apoyados por la Embajada de la India, sirven como un espacio para celebrar las tradiciones de la India y, al mismo tiempo, fomentar el aprecio mutuo entre indios y franceses.
Aunque la diáspora india en Francia puede ser menor que en Estados Unidos o el Reino Unido, es vibrante y está ansiosa por preservar sus raíces culturales. El trabajo de Bhavana ha llenado un vacío, ofreciendo una plataforma donde las generaciones más jóvenes pueden aprender y experimentar la belleza de las artes indias.
Superando retos
El camino de Bhavana no ha sido fácil. Desde explorar una nueva cultura hasta crear una audiencia desde cero, cada paso requirió perseverancia. “Cuando estás en un lugar sin una red establecida, se necesita mucha paciencia y esfuerzo”, admite. Pero su determinación de introducir las artes clásicas indias en Francia ha dado sus frutos.
Sus actuaciones por toda Europa y África le han demostrado que la música no conoce fronteras. Ya sea en conservatorios franceses o en pueblos africanos, su arte sigue conectando a la gente.
Mirando hacia el futuro
Con el éxito de ICParis, el viaje de Bhavana está lejos de terminar. Ahora se centra en crear nuevas plataformas para artistas indios y en difundir aún más el alcance de las artes indias. “La parte más importante de encontrar inspiración es tu propia actitud”, afirma. “Mi mantra es: 'Serás lo que quieras ver'. La práctica, la paciencia y la inversión en ti misma son la clave”.
Desde sus inicios en Bengaluru hasta su papel como referente cultural en París, la historia de Bhavana es un testimonio del poder del arte para conectar a las personas. A través de su trabajo, le muestra al mundo que los ritmos de la música y la danza indias pueden resonar mucho más allá de las fronteras, creando un espacio donde las culturas se unen y prosperan.
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