En un poderoso acto de donación que resuena en todos los continentes, Northwell Health y la Fundación George Subraj Se unen para transformar la atención cardíaca en las comunidades guyanesas, tanto en Richmond Hill, Queens, como en la propia Guyana. Una generosa donación monetaria impulsa una ambiciosa iniciativa para combatir la epidemia silenciosa de enfermedades cardiovasculares, una afección que afecta desproporcionadamente a la población guyanesa debido a una combinación de factores culturales, alimentarios y genéticos.
La iniciativa se desarrolla en colaboración con el Hospital Cardíaco Sandra Atlas Bass, centrándose en la extensión comunitaria, la capacitación especializada, las becas, las técnicas quirúrgicas avanzadas y la investigación de vanguardia. Se basa en la Iniciativa Pequeña Guyana de Northwell, que reveló tasas alarmantemente altas de enfermedades cardíacas y diabetes entre los guyaneses-estadounidenses de Queens, una comunidad inmigrante muy unida que a menudo queda al margen de los sistemas de salud convencionales.
Un corazón para el servicio
Esta historia del impacto de la Fundación George Subraj tiene raíces más profundas que la medicina. Se basa en la extraordinaria trayectoria de George Subraj, el magnate inmobiliario y filántropo que se forjó a sí mismo, cuya vida se caracterizó por la perseverancia, la compasión y un profundo sentido del deber de contribuir a la comunidad.
Nacido en Bel Air, Georgetown, Guyana, George Subraj, de origen indio, llegó a Estados Unidos en 1971 con poco más de 850 dólares prestados por su familia y un bolsillo lleno de determinación. Trabajando en trabajos esporádicos durante el día y estudiando por la noche, fue ascendiendo constantemente en la escala de oportunidades. Su oportunidad llegó como vendedor de electrodomésticos a domicilio en Queens, y se dio cuenta de que escaseaban las viviendas limpias y asequibles.
George trabajó duro para ganar y ahorrar dinero, y entre 1981 y 82, junto con sus hermanos Ken y Jay, compró un edificio de 44 apartamentos en Jamaica, Queens, sembrando así la semilla de lo que se convertiría en el imperio inmobiliario ZARA, que ahora abarca casi 60 complejos de apartamentos y condominios en Queens y el condado de Nassau. Con el compromiso de ofrecer viviendas limpias, seguras, cómodas y asequibles, ZARA ha transformado el panorama local del alquiler, fomentando relaciones a largo plazo entre inquilinos multigeneracionales bajo el cuidado de la familia Subraj.
Aunque tuvo éxito en los negocios, George Subraj nunca olvidó sus raíces. Su lema, "La generosidad es divina", era más que palabras. A través de Guyana Watch, donde fue vicepresidente durante casi dos décadas, y posteriormente a través de la Fundación Familiar George Subraj, su filantropía llegó a miles de vidas.
Su acto más destacado se produjo en 2008, cuando, en colaboración con médicos del Centro Médico Militar Walter Reed, realizó el primer trasplante de riñón de Guyana, salvando la vida de un joven de 17 años llamado Munesh Mangal. Esta operación histórica, completada en menos de cinco meses de planificación, abrió las puertas a los programas de trasplante de riñón en un país que anteriormente carecía de la infraestructura para procedimientos tan avanzados.
George siguió ese hito al traer la cirugía cardíaca pediátrica a Guyana, garantizando que los niños que padecían enfermedades congénitas potencialmente mortales pudieran recibir cuidados críticos sin el costo abrumador del tratamiento en el extranjero.
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Un legado que perdura
Incluso tras el fallecimiento de George Subraj en 2016, su legado sigue vigente. Su familia y amigos, bajo el lema de la Fundación George Subraj, han redoblado sus esfuerzos en su misión, realizando inversiones a largo plazo en salud, educación y bienestar comunitario.
La nueva alianza con Northwell Health da continuidad a esa promesa. Con la donación de un millón de dólares de la fundación, la iniciativa no solo brindará acceso a una mejor atención médica, sino que también invertirá en la formación de la próxima generación de especialistas cardíacos, ampliará las campañas de concienciación en comunidades de alto riesgo y reducirá la brecha sanitaria entre Estados Unidos y Guyana.
Para la comunidad guyanesa-estadounidense de Queens, en particular en la "Pequeña Guyana" de Richmond Hill, y las familias de Georgetown y alrededores, esta iniciativa ejemplifica las posibilidades que se abren cuando el éxito se une a un propósito. Es un compromiso audaz para construir un futuro más saludable, paso a paso.
En palabras del propio George Subraj: “El buen Señor me ha dado más de lo que realmente necesito para vivir feliz, así que ayudar a los pobres y desfavorecidos es mi manera de agradecer a Dios”.
Esa gratitud sigue viva ahora con las vidas que se salvan hoy y los mañanas más saludables que construye la Fundación George Subraj.