El expresidente de los Estados Unidos Bill Clinton, en su libro Dando a Elogió al empresario Vinod Gupta y a sus diversas empresas por su compromiso con el servicio público, destacando sus esfuerzos por emplear a personas de entornos desfavorecidos. Clinton elogió no sólo la ética empresarial del empresario, sino también su arraigada convicción de retribuir, un principio que ha dado forma a su extensa labor filantrópica. El filántropo ha donado más de 50 millones de dólares a numerosas iniciativas filantrópicas en la India y los Estados Unidos.

Vinod Gupta con Bill Clinton
Nacido en el pequeño pueblo de Rampur Maniharan, en Uttar Pradesh, en 1946, Gupta vivió una trayectoria de perseverancia absoluta. Estudió en una escuela con recursos mínimos, pero destacó y consiguió una plaza en el IIT Kharagpur para obtener un título en ingeniería. De allí se trasladó a Estados Unidos para realizar estudios superiores, donde finalmente se estableció y construyó un exitoso imperio empresarial, ganando millones. Sin embargo, a pesar de sus logros, su corazón siguió conectado a su tierra natal y su filantropía se convirtió en un medio para conectar las oportunidades que había recibido con las de quienes carecían de ellas.
Los esfuerzos caritativos de Gupta han sido más visibles en el campo de la educación. Consciente del poder transformador del aprendizaje, estableció la Fundación benéfica Vinod Gupta, dedicada a empoderar a las comunidades marginadas, en particular a las mujeres y las niñas. El trabajo de la fundación comenzó con la creación de la Escuela Politécnica de Mujeres Shrimati Ram Rati en su pueblo natal en 2000, que luego se expandió hasta convertirse en el Instituto Tecnológico Ramrati en 2012. Con el tiempo, esta iniciativa floreció hasta convertirse en el Complejo Educativo Ramrati, un centro de aprendizaje que incluye institutos técnicos, una escuela de enfermería, un centro de ciencias paramédicas y un centro de empoderamiento de la mujer.
Aprende, gana y gana dinero – Vinod Gupta
Su compromiso con la educación se extendió a su alma mater, el IIT Kharagpur, donde desempeñó un papel pionero en la introducción de la educación no técnica. Sus contribuciones llevaron a la fundación de la Escuela de Administración Vinod Gupta, que ofrece educación empresarial a graduados en ingeniería. Promoviendo su creencia en la intersección del derecho y la tecnología, facilitó el establecimiento de la Escuela Rajiv Gandhi de Derecho de la Propiedad Intelectual, la primera facultad de derecho de la India especializada en propiedad intelectual. Además de esto, también ayudó a establecer instituciones en Lucknow, incluida la Escuela de Salud Pública Dr. Giri Lal Gupta y el Instituto de Democracia Dr. Shanker Dayal Sharma, asegurando que la educación se extendiera a la gobernanza y la atención médica.
Su filantropía no se detuvo en la India. En Estados Unidos, apoyó iniciativas educativas en la Universidad de Nebraska, financiando programas de gestión de pequeñas empresas y becas para estudiantes pertenecientes a minorías que cursaban carreras en ciencias e ingeniería. En la Universidad George Washington, sus contribuciones llevaron a la creación del Programa de Becarios Benjamin Kane Gupta, una iniciativa de pasantías de élite en colaboración con el Departamento de Estado de Estados Unidos, así como el Fondo Ben Gupta para la Educación Jurídica Internacional, que proporciona apoyo financiero a estudiantes de países en desarrollo.

Vinod Gupta con los expresidentes estadounidenses George W. Bush y Bill Clinton
Más allá de la educación, Gupta ha contribuido significativamente a la conservación de la vida silvestre en la India, particularmente a nivel Ranthambore Tiger Reserve en Rajastán. Su fundación ha proporcionado equipos esenciales, incluidos sistemas GPS, cámaras profesionales y dispositivos de visión nocturna, para apoyar a los guardabosques que protegen la menguante población de tigres de la India. También ha facilitado mejoras de infraestructura, como la construcción de reservorios de agua y alojamiento para el personal, asegurando que los esfuerzos de conservación sean sostenibles y efectivos.
A lo largo de su trayectoria, Gupta se ha mantenido firme en su creencia de que el verdadero éxito se mide por el impacto que uno crea en los demás. Tras comprometerse a donar toda su riqueza a la caridad, sigue dando forma al futuro de innumerables personas, demostrando que los negocios y la beneficencia pueden ir de la mano. Desde un pequeño pueblo en Uttar Pradesh hasta una posición influyente en la filantropía mundial, el trabajo de su vida es un gran ejemplo de las posibilidades ilimitadas de la educación, la perseverancia y un espíritu de generosidad perdurable.
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